jueves, 6 de septiembre de 2018

'Poemas Fuertes': quien lo probó lo sabe

El comienzo de curso ha tenido como pistoletazo de salida la publicación, en el Blog Escuelas en Red de El País, de la primera de las entradas sobre el proyecto Poemas Fuertes, gracias al interés mostrado por Rodrigo J. García en el trabajo que un grupo de profesores y profesoras venimos desarrollado desde el Departamento de Lengua Castellana y Literatura del IES Chaves Nogales (y que compartimos desde el blog Chlengua).
Imagen tomada de Pxabay

Solo quiero aportar (o repetir) dos ideas que me parecen adecuadas para estos días en que andamos planificando el curso. En primer lugar, resaltar los beneficios del trabajo en equipo del profesorado. No hay color entre los proyectos que se desarrollan en solitario y aquellos que se diseñan con otros compañeros y compañeras, sean del mismo o de diferentes centros. En el primero de los casos, permite que todo el alumnado de un mismo nivel emplee una metodología similar, fruto de la conjunción de la experiencia y los conocimientos de su profesorado, lo que repercute en la mejora de los materiales empleados y en un planteamiento unificado de las estrategias para la mejora de la competencia lingüística (sin olvidar otros temas transversales). En el segundo caso, los proyectos colaborativos intercentros permiten abrir la mente de nuestro alumnado a otras realidades.

Por otra parte, sigo apostando por un abordaje del género lírico que, los recientes éxitos editoriales nos muestran, no se encuentra tan alejado de los intereses de los y las adolescentes como podríamos suponer, sino todo lo contrario. Habría mucho que discutir sobre este tema y la mejor manera de llevar a cabo este abordaje; sin embargo, cuando trabajamos con proyectos como este nos queda muy claro que, si facilitamos la comprensión de los textos poéticos y los vinculamos, de alguna forma, a las circunstancias vitales de nuestro alumnado, se convierten en una experiencia imperecedera. Actualizar los clásicos también puede ser una buena idea. Y hay que perderle miedo a proponer actividades de creación literaria.
Como escribió Lope de Vega, quien lo probó lo sabe. Os invito a probarlo.  

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