miércoles, 10 de diciembre de 2014

Como un hijo

Los profesores tendemos a establecer unas extrañas relaciones con los centros en donde trabajamos. Algunos se nos convierten en cárceles, otros en paraísos (los menos). El IES Chaves Nogales es para mí como un hijo, un hijo adoptivo, si se quiere (yo no estuve aquí los dos primeros años de su funcionamiento, aunque lo seguía de cerca), pero un hijo al fin y al cabo.

Es evidente que un instituto no es sólo el edificio que lo acoge. El Chaves comenzó en unas caracolas algo deterioradas y estoy convencido de que fueron esos orígenes humildes los que contribuyeron a hacerlo como es. Pero cuando diseñaron el edificio definitivo parece que se inspiraron tanto en el proyecto educativo que estábamos construyendo que acabaron entregándonos esta preciosidad (a la que entramos el 20 de diciembre de 2013):


Estábamos tan orgullosos de las nuevas dependencias que nos animamos a realizar otros proyectos que antes eran imposibles, como el I Encuentro de Docentes de Lenguas en Educación Secundaria.

Por eso, cuando en la madrugada del lunes recibimos esa llamada que como padres nunca quisiéramos recibir ("¡¿qué le ha pasado a nuestro hijo?!"), algo nuestro quería arder también allí mismo.

Es evidente que actos como estos no van a impedir que desarrollemos nuestra labor como mejor sabemos hacerla. Tampoco perderemos el entusiasmo con que la acometemos. Lo acontecido genera nuevas oportunidades de aprendizaje para nuestro alumnado, alejadas de los currículos, enraizadas en los valores de la vida en común.

Pero tendremos que hacer mucho mejor nuestro trabajo, porque unos pocos adolescentes a los que como sociedad no hemos sabido enseñar... ¡tienen aún tanto que aprender!

Comunicado del IES Chaves Nogales

Información en ABC de Sevilla


4 comentarios:

Juanma Díaz dijo...

Para mí es otro hijo, Nacho, sin duda.
Gracias por tan magnífico post.

Toni Solano dijo...

No sabía nada. Entiendo tu pena y tu pizca de rabia. Seguro que lo superáis.

Nacho Gallardo dijo...

Gracias, Juanma. He tenido el mejor maestro...
Es normal que no supieras nada, por desgracia es el día a día de los centros educativos. Gracias por los ánimos.

Lourdes Domenech dijo...

Nacho, no sabes cómo lo siento. Es increíble que pueda haber quien disfrute haciendo tanto daño.

Ánimo