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En ese sentido coincido con José Luis Castillo en que el EABE13 ha sido más "cerebral" (por el contrario, el EABE12 fue pura emoción). De hecho, el EABE13 consiguió apropiarse del año previo mediante los nodos y ya ha ocupado el año próximo con los proyectos que han surgido de los distintos grupos de trabajo.
Por lo que a mí respecta, llegué al EABE con muchas inquietudes, cortito de combustible, y parto con fuerzas y una nueva misión: crear un espacio de referencia para todos aquellos profesores y profesoras preocupados por los procesos de evaluación alternativa.
En el EABE13 me he sentido acompañado, querido, abrazado, exigido, implicado. Siempre recuerdo las palabras de Vicente Aleixandre cuando pienso en en el momento de la llegada y en la transición de lo individual a lo colectivo que se da en estos eventos:
Allí están todos, y tú entre ellos.
Oh, desnúdate y fúndete, y reconócete.
[...] Entra en el torrente que te reclama y allí sé tú mismo.
¡Oh pequeño corazón diminuto, corazón que quiere latir
para ser él también el unánime corazón que le alcanza!
Pero mi EABE13 no hubiera sido igual sin la presencia de mi familia, con la que pude compartirlo gracias al empeño de la organización de programar un EABE infantil y al trabajo de Antonio Herreros. Nunca serán suficientes los agradecimientos.
Como colofón os dejo el excelente cartel interactivo que ha elaborado Manuela Ruiz sobre la propuesta de trabajo de Evaluando Ando: