jueves, 6 de octubre de 2011

Algunas consideraciones sobre la ortografía de "nazismo"

La anécdota, contada así, tiene su gracia. Esta mañana, la profesora de PT de mi centro me contó lo que le ocurrió con un alumno. "Escribe una oración con la palabra 'nazismo'". Y el alumno escribió: "Nosostros 'nazismo' en 1997".

Después he seguido dándole vueltas al asunto y me han ido surgiendo una serie de dudas y de cuestiones relacionadas que intento aclarar aquí.

Una actividad lingüística que verse sobre la ortografía de una palabra desconocida para los alumnos posiblemente no consiga los objetivos deseados: el alumno no volverá a utilizar esa palabra que desconocía y que volverá a olvidar. En algunos casos se crea, incluso, confusión con otras palabras que sí son utilizadas, cuya ortografía, al parecer, no estaba suficientemente fijada.

Pero no es sólo la forma en que se enseña la ortografía. De hecho, una actividad lingüística que no tenga en cuenta el uso real de la lengua está abocada a ser un esfuerzo artificial e inútil. Los libros de texto están llenos de ejercicios de lengua ficticia, de textos creados para la enseñanza, carentes del espíritu vivificador de la lengua. También los profesores y profesoras de lengua somos especialistas en crear oraciones donde todo es analizado adecuadamente, oraciones que nadie dice ni escribe, que sirven para explicar el funcionamiento ¿de qué lengua?

Nos proponen que recomendemos libros de lectura que son, en verdad, ejercicios de construcción editorial más que resultado de un proceso creativo y en los que priman más los componentes de márketing que las exigencias literarias.

Atrapados entre los contenidos del currículo oficial, las propuestas predominantes en los libros de texto, el parecer de los compañeros de Departamento, la prueba de Selectividad, la gramática que los profesores de lenguas extranjeras necesitan que sus alumnos (también los nuestros) lleven preaprendida, enseñar Lengua Castellana y Literatura en España no es morir (no llega a tanto); pero muchas veces se convierte en una actividad muy difícil.

2 comentarios:

Lourdes Domenech dijo...

Y tienes tanta razón...

A veces, nuestro trabajo no es morir, pero tiene algo de epitafio.

Nacho Gallardo dijo...

No puedo imaginarme lo que será si a todo lo que digo sumamos inmersión lingüística y situación de diglosia...